Danilo Díaz Granados explica: ¿Qué es el dolor emocional?

El dolor emocional puede ser la oportunidad de crecer como persona o puede estancarnos y ser causa de problemas en la pareja.

Todos, en algún momento de nuestra vida hacemos frente al dolor emocional: La pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa, un despido del trabajo, fracasos, enfermedad, una pérdida material. Llamamos dolor a las emociones que sentimos ante las experiencias negativas que vivimos: las pérdidas, los cambios, las dificultades, las frustraciones.

El dolor emocional forma parte de la vida y juega un papel importante en nuestro crecimiento y evolución como personas: nos permite superar pérdidas, aprender, adaptarnos, a cambiar, a ver las cosas distintas. A menos que vivamos fuera del contexto real, todos afrontamos el dolor y reconociéndolo aceptamos nuestra vulnerabilidad, sensibilidad y hasta fragilidad. Y esto es importante pues somos humanos.     
                                         
¿Cuáles son las causas dolor emocional?

Todos necesitamos sentirnos seguros, amados, aceptados, comprendidos y deseamos que esto sea constante en nuestra vida. Pero cuando no lo logramos nos enfrentamos al sufrimiento y a la inestabilidad. Y si somos felices y seguros, sufrimos defendiéndola a capa y espada.

Todo lo que hacemos para evitar sentimientos de tristeza, empatía, miedo, rabia, amor, alegría (hay quien lucha por no ser alegre) causa un nuevo sufrimiento. Necesitamos reconocer y aceptar nuestras dificultades y momentos tristes, alegres, dolorosos que son parte de nuestra vida. Reconocerlos nos ayuda a conocernos y a crecer como personas.

Debemos aprender a manejar todas nuestra emociones

El dolor es el motor que nos hace crecer, transformarnos y ser mejores. Sin él nos quedaríamos estáticos, en lo conocido y no aprovecharíamos la oportunidad de crecer, solo con el miedo de sentir, cambiar y hasta de vivir.

Otros factores que generan dolor emocional son las vivencias de nuestra infancia. Dependiendo de cómo las hemos vivido afrontaremos el dolor en la etapa adulta. Generalmente tenemos miedo de no poder controlar o soportar el dolor y que nos venza. Pero esto es solo una idea más que una realidad, pues contamos con recursos internos para enfrentar las experiencias dolorosas y convertirlas en procesos de crecimiento.

Por eso necesitamos ubicarnos en el presente para reconocer que estamos viviendo y utilizar nuestras fortalezas internas.  Así nos daremos cuenta de nuestra capacidad para enfrentar el dolor. Evitar el dolor o querer escapar de él, solo generará fobias y un mayor sufrimiento. Podemos sentirnos bien por un momento, pero más adelante se nos volverá a presentar. Al afrontar la realidad podemos calcular de forma real los riesgos y los beneficios y decidir seguir adelante o no, pero en base a la realidad y no a una fantasía.

Ganancias secundarías de quien se mantiene en el dolor

Aunque no lo creamos, hay personas que obtienen ganancias al mantenerse en sus experiencias de dolor. Algunas de esas ganancias son:

• Obtener atención de los otros.
• Que alguien se ocupe de ellas.
• Que le muestren compasión.

Esto nos pone en minusvalía y en debilidad para enfrentar la vida y los retos de manera responsable y madura.

El dolor nos ayuda a crecer

Un caso muy particular es cuando los padres no les permiten a sus hijos enfrentar sus propias experiencias dolorosas, sus frustraciones y dificultades. Así les comunican a sus hijos que no creen en ellos, que son débiles y que sin la ayuda de sus padres no podrán lograr nada. Además, que siempre necesitarán de sus padres.

Por último, mantenerte en el dolor puede afectar tu vida de pareja, tus relaciones familiares y de amistad. Toma en cuenta que es necesario sanar y liberarte con amor. Decidamos crecer con cada momento de dificultad, veremos resultados constantes y viviremos en mayor libertad.

Te recomiendo ver el video del Dr. Danilo Díaz Granados te ayudará a reconocer las dificultades en tu relación y a liberarte del dolor.